viernes, 27 de diciembre de 2013

TUMBES ENTRA EN CRISIS A RAÍZ DE SU HISTORIA



TUMBES ENTRA EN CRISIS A RAÍZ DE SU HISTORIA

¿Es Verdadera o Falsa la Batalla de los Manglares?
Nota: Este punto de la Historia de Tumbes es sumamente importante porque se encuentra ligado a otros conceptos que se tienen como ciertos, tal es el caso de la “heroicidad de Chilimasa” y la gran masacre de Pizarro en Tumbes.

Relación de las acciones en el bando español antes del hecho en referencia:
“A los trece días de navegación la armada acodera en Coaque con el fin de reabastecerse de alimentos; luego, merced a los fuertes vientos, las naves fueron arrastradas hasta la isla de los lampunaes (Isla de Puná). Llegado aquí el Comandante Pizarro, toma información de la guerra sostenida por los isleños con los tumbesinos y de loa existencia de más de ochocientos rehenes”. El gobernador de la isla era el señor de Tumbala que, antes de la llegada de los españoles, había combatido a Chirimasa destruyéndolo implacablemente y quemando la ciudadela. Recibe a Pizarro con frialdad y hostigamiento, el cual responde con tanta crueldad y saña que los mismos camaradas se sorprenden; su sobrino, el escritor Pedro Pizarro describe esta carnicería del modo siguiente: “… la terrible mortandad que los españoles hicieron a los de la isla de Puná”. El Gobernador da libertad a los seiscientos tumbesinos que aún quedaban y decide llevarlos de regreso a su tierra como un presente para el Cacique Cacalami, por la magnífica y amable atención que le brindara en el primer encuentro.



La Isla Puná
Relación de las acciones en el bando tumbesino antes del hecho en referencia:
“Antes de que se produjeran los hechos de la conquista española – según mi obra histórica -, los guerreros de la isla de Puná al mando del Cacique Tumbala y los guerreros de la ciudadela Tumbe, con su cacique Chirimasa, se encontrabas luchando en todos los flancos. Según Cieza de León,… la Puná tenía recia guerra con Túmbez, y el Inca había mandado cesar las contiendas y que le recibiesen en la Puná, lo cual Tumbala sintió mujcho, porque era señor de ella. Se trataba del Inca Huaina Capac que había hecho de Tumbe su lugar de veraneo y, por lo tanto, trató de hermosear el lugar construyendo un templo, los Conventos y la Calzada; después de su muerte en 1525 los enfrentamientos se reanudaron, con un Tumbala deseoso de lavar la afrenta recibida”.


La fuente histórica de la que se apoyan ambas hipótesis.
Las dos teorías se basan en la información que proporciona el Capitán y cronista Diego de Trujillo en su obra intitulada “Relación del Descubrimiento del Reyno del Perú”; pero, los adeptos a la batalla, sólo se conforman con la primera parte y omiten la que no les conviene citar. Trujillo estuvo presente en los acontecimientos que tuvieron lugar en el segundo encuentro entre españoles y tumbesinos, por lo tanto, es un testigo presencial de los hechos:
He aquí, nuestro planteamiento:
Al finalizar el verano de 1532 las carabelas anclaron frente a la antigua desembocadura del río Tumbes, a la altura del estero de la Chepa y frente a la fortaleza. Para desembarcar los hombres, los caballos, las armas y otros enseres era necesario el uso de balsas por lo que fueron en su busca y, en estas circunstancias, los españoles se dan perfecta cuenta de la franca hostilidad de los naturales y que luego se manifestará en la forma de un boicot al desembarco. El Dr. Porras afirma que "los de Tumbes, a pesar del servicio de Pizarro, * tratan de engañarlo. Pizarro envía cuatro balsas ofrecidas por los indios conduciendo los equipajes de Hernando y de los Oficiales Reales. Con ellos se dirigen a Tumbes Alonso de Meza, Antonio Navarro, un Riquelmes, Andrés Bocanegra y Juan de Garay. Al llegar a tierra los indios matan a los tres últimos, en tanto que Meza y Navarro se esconden en un estero"  A esta escaramuza el cronista Diego de Trujillo, testigo presencial de estos hechos, ha llamado "asonada" y algunos historiadores  contemporáneos la han denominado la "Batalla de los Manglares", * siendo el héroe de la resistencia el cacique Chirimasa.

En realidad, el verdadero encuentro entre españoles y tumberos tuvo lugar en un fortín indígena a la altura de lo que hoy es Rica Playa, a 10 leguas de distancia de los manglares. Un testigo presencial del encuentro fue el Capitán Trujillo y cronista: En su relación don Diego de Trujillo, escribe: “Después del intento de hacer fracasar el desembarco de  los expedicionarios los indígenas huyeron  por la ribera del río, aguas arriba; por su lado, Pizarro luego de asentarse al costado de la fortaleza destruida ordena al Capitán de Soto ir tras los revoltosos y  yo fui con él  y cercamos a los indios como veinte leguas de Tumbes, y estando cercados, Cacalami que era el señor de todos ellos se vino de paz con la gente y volvimos a Tumbes y el Gobernador a nombre de su majestad los perdonó a todos “ (39) Gracias a la  referencia de un testigo ocular, como lo fue Trujillo, ahora estamos en condiciones de despejar la duda sobre los hechos acontecidos en 1532 y, a la vez, echamos por tierra tres de las patrañas existentes en la historia de Tumbes: - La batalla de los manglares, la heroicidad de Chirimasa y la gran matanza de indígenas hecha por los españoles. La famosa batalla de los manglares se realiza en un fortín a 20 leguas, río arriba; el jefe que comandaba las tropas indias fue el cacique Cacalami y Chirimasa es posible que haya muerto en la confrontación con los lampunaes; y, finalmente, no hubo tal mortandad porque el Gobernador los perdonó a todos, en nombre de su Majestad. Así nos lo informa el Capitán Trujillo, testigo presencial de los hechos” (Historia de Tumbes)





*   Hace referencia a los  seiscientos tumbesinos  liberados.
*  En 1998 el Alcalde de Tumbes con el fin de rememorar esta inexistente batalla hizo pintar un mural en el interior de la Concha Acústica que el mismo mando a construir. Lo curioso del caso es de que en la pintura figura un enorme madero sobre el cual están peleando un español con un aborigen que se supone es el  “héroe” Chirimasa. El que conoce un manglar sabe perfectamente que ese tipo de tronco no existe en el interior de ellos. Es la ridiculez aumentada.








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